JESÚS/ NO TENGAIS MIEDO/ MATEO 10:26-31

No tengáis miedo. (Mateo 10:29)

Desde siempre la repetición ha sido una de las maneras de reseñar que algo es importante y significativo. En el mundo hebreo la repetición formaba parte del aprendizaje de las personas. En este breve pasaje del evangelio de Mateo el Señor en tres ocasiones en tan sólo 5 versículos nos indica que no debemos tener miedo.

El miedo es definido en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua de la siguiente forma: Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

El miedo es una reacción natural de ser humano. No creo que Jesús nos esté animando a ser anti-naturales o pretender que no existe lo que realmente existe. En mi opinión el problema no es el miedo, el asunto es qué hacemos con él, cómo lo manejamos, qué impacto tiene el miedo sobre nuestras vidas. 

Sólo hay, hasta donde yo sé, tres maneras de gestionar el miedo. La primera, es reprimirlo. No es recomendable porque hacerlo sólo implica que negamos su existencia y que, en el peor de los casos podemos llegar a somatizarlo y se expresará de otras formas. La segunda, darle rienda suelta y permitir que nos controle y como dice el diccionario genere angustia, aprensión y ansiedad. Yo diría que tampoco es muy recomendable esta opción.

Finalmente, la tercera opción es reconocerlo, etiquetarlo, llamarlo por su nombre, darle la importancia que tiene y, a continuación, echarlo en las manos del Señor quien tiene la capacidad de recibirlo sin que a Él le dañe y a nosotros nos libera. Dárselo al Señor tantas veces como el fantasma del miedo venga a nuestras mentes, tantas veces como asome a nuestros pensamientos, hasta que nuestro cerebro aprenda -y lo aprende porque es moldeable- que la respuesta natural y razonable al miedo es depositarlo en las manos de aquel que dijo: No te dejaré ni te desampararé. 

¿Qué miedos hay en estos momentos en tu vida? ¿Qué puedes hacer con ellos, cómo los gestionas?