CÉNTRATE EN TI, NO EN LOS OTROS

Al verlo, Pedro preguntó a Jesús [acerca de Juan]: Señor, y este, ¿qué suerte correrá? Jesús le contestó: Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva ¿a ti qué? Tú sígueme. (Juan 21:21-22) La gran enseñanza de esta conversación de Jesús con Pedro es muy simple: tenemos una responsabilidad única, singular y personal de seguir a Jesús; lo que otros hagan o dejen de hacer no es asunto nuestro, es su responsabilidad o incluso su problema que tienen que resolverlo con el Maestro. Es humano el compararnos con otros. El generar cierto resentimiento porque otras personas no están tan comprometidas como lo estamos nosotros -recordemos el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo- . Incluso pensar que nos merecemos más las bendiciones del Señor que otros seguidores suyos que no muestran el nivel de compromiso que mostramos nosotros -recordemos la parábola de los viñadores y su decepción por el trato recibido. Definitivamente es humano pero, que lo sea no significa que no debamo...