JOEL/ DE CORAZÓN/ JOEL 2
Ahora, pues, —oráculo del Señor— volveos hacia mí de todo corazón, con ayuno, lágrimas y lamento. Rasgad vuestro corazón en lugar de vuestros vestidos; volveos al Señor, vuestro Dios, que es misericordioso y compasivo, l ento para airarse y lleno de amor, siempre dispuesto a no hacer mal. (Oseas 3:12 y 13) El Señor denuncia la situación de su pueblo por medio del profeta pero también le ofrece la salida a la misma. Estos versículos nos enseñan que el problema del ser humano es un problema del corazón. En la forma hebrea de ver y concebir el mundo el corazón es el centro de control, es desde donde se toman las decisiones y se genera el proyecto de vida. En el mundo hebreo el corazón no está relacionado, como en el occidental, con las emociones que para ellos residían en las entrañas. Por eso, cuando el Señor indica que nos hemos de volver a Él de todo corazón no está hablando de tener unas emociones que nos embarguen sino una voluntad que está dispuesta a som