ENCUENTROS CON JESÚS: LOS AMIGOS DE UNA PERSONA CON PARÁLISIS
Jesús, viendo la fe de quienes lo llevaban, dijo al paralítico: -Hijo, tus pecados quedan perdonados... Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa. Y él se levantó, recogió al punto su camilla y se fue en presencia de todos. (Marcos 2:1-12) Este es uno de los episodios más conocidos del evangelio. Recuerdo haberlo aprendido cuando era un niño en la escuela dominical (hace muchos años; estamos hablando de cuando los dinosaurios todavía campaban a sus anchas por loa tierra). Pero si vemos bien el texto notaremos que los auténticos protagonistas de este encuentro con Jesús fueron los amigos de la persona impedida físicamente. Jesús reconoce públicamente la fe que aquellas personas tenían en Él. ¿Has notado que no se nos habla para nada de la fe del paralítico? El Maestro perdona los pecados -restauración espiritual- en respuesta a esa confianza que habían depositado en Él. Posteriormente, y como consecuencia de la polémica con los doctores de la ley, es curado de su parálisis -restau