¿QUIÉN SOY YO? 2, EL LLAMADO

Entonces Moisés preguntó a Dios: ¿Quién soy yo para presentarme al faraón y sacar de Egipto a los israelitas? (Éxodo 3:11) Cuando observó el llamado de Moisés puedo apreciar cuatro aspectos significativos. El primero, es el Dios que llama. La invitación a unirse a su trabajo en el mundo siempre comienza en el Señor tomando la iniciativa de llamarnos a colaborar con Él. En el caso de Moisés es evidente la invitación para la tarea. El segundo, es que hay una tarea que llevar a cabo; algo que Dios ha decidido hacer por medio de agentes humanos. La realización de la misma, por tanto, está condicionada o mediatizada por nuestra respuesta a esa invitación de asumir la tarea o una parte de la misma. San Agustín lo resume muy bien al afirmar: El hombre sin Dios no puede. Dios sin el hombre no quiere. El tercero, es que habitualmente hay un claro sentido de indignidad o incapacidad para llevar a cabo la tarea propuesta por Dios. Nos desborda, va más allá de lo que noso...