ENCUENTROS CON JESÚS: SAULO DE TARSO
Se hallaba en ruta hacia Damasco, a punto ya de llegar, cuando de pronto un resplandor celestial lo deslumbró. Cayó a tierra y oyó una voz que decía: — Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? — ¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo— Soy Jesús, a quien tú persigues —respondió la voz—. Anda, levántate y entra en la ciudad. Allí recibirás instrucciones sobre lo que debes hacer. (Hechos 9) Del mismo modo que le sucedió a Saulo de Tarso, el encuentro con Jesús nos proporciona una nueva identidad y también una nueva orientación en nuestra vida. Esta nueva identidad consiste en pasar de la condición de extranjeros y advenedizos, tal y como el mismo Pablo lo explica, a miembros de la familia de Dios y parte de su pueblo. Somos adoptados como hijos del Señor, herederos juntamente con Cristo, quien se convierte en el hermano mayor entre mu- chos hermanos. Esta nueva orientación en la vida consiste