ÉXODO PARTE I/LA SALIDA DE EGIPTO/CAPÍTULO 10

Los cortesanos del faraón le dijeron: —¿Hasta cuándo va a ser este hombre nuestra ruina? Deja marchar a esa gente y que rindan culto al Señor, su Dios. (ÉXODO 10:7 BLPH) A pesar de los consejos de los cortesanos faraón continuó con un corazón endurecido y, como consecuencia, toda su gente, todo el país de Egipto tuvo que sufrir las consecuencias de su pecado. El pecado es una opción y una decisión personal, individual. En la cultura occidental valoramos y damos prioridad al individuo y sus derechos. Somos sociedades rabiosamente individualistas y orientadas a la persona, la cual tiene sus derechos, su libertad y sus opciones. Ahora bien, todo sería perfecto y encajaría muy bien en ese esquema si no fuera porque el pecado, fruto de una decisión individual y personal tiene y, tristemente con demasiada frecuencia, implicaciones y consecuencias para terceras personas, las cuales han de sufrir inmerecidamente por nuestras decisiones en las cuales no han tenido ni voz, ni voto...