CONOCE LA INTIMIDAD

Juan 2:13-23 Pero Jesús no las tenía todas consigo, pues los conocía a todos perfectamente. Como tampoco necesitaba que nadie le informara sobre nadie, conociendo como conocía la intimidad de cada hombre. Suena como la peor de las pesadillas, alguien que conozca mi intimidad, mis pensamientos, deseos, inclinaciones, ansiedades, motivaciones, valores, actitudes más profundas, las mejor guardadas, aquellas que me avergonzaría si salieran a la luz y fueran conocidas por otros. Pero eso es lo que dice este pasaje del evangelio, ante Jesús estamos totalmente desnudos y somos total y absolutamente transparentes. Ante tal realidad, al menos a mí, sólo se me ocurren dos posibilidades. La primera es huir para evitar ese escrutinio, esa observación, esa descarnada exposición de mi realidad. No existe nada más difícil que vivir con uno mismo y su realidad. La segunda, es aprovechar que existe alguien que me conoce hasta lo más profundo e íntimo pero, que no se avergüenza de mí, no me rechaza, no ...