Entradas

Mostrando entradas de diciembre 30, 2013

LEVÍTICO PARTE IV/ CÓDIGO DE SANTIDAD/ CAPÍTULO 26

Imagen
Estableceré mi morada en medio de vosotros y jamás os rechazaré. Es una promesa muy bonita, el único problema es que está condicionada a la obediencia de la Ley de Dios. Así funcionaban las cosas en los tiempos del Antiguo Testamento, era una relación contractual, tú hacías esto y Dios te correspondía con lo otro. Obediencia = bendición. Desobediencia = castigo. Jesús cambió las cosas de forma drástica y radical puesto que la relación ahora no está basada en las obras -el cumplimiento de la Ley- sino en la gracia -la actitud de amor y aceptación incondicional del Señor hacia nosotros. Dios no nos abandonará jamás no debido a lo que hagamos, sino más bien a pesar de lo que hagamos. Nunca en base a lo que somos, sino a pesar de todo aquello que somos. La gracia es escandalosa y por eso algunos bienintencionados creyentes han querido matizarla al parecerles demasiado generosa, demasiado pródiga. Pero las cosas son como son. Si Dios nos amara más porque nos portamos ...