SALMO 142. TÚ ERES MI REFUGIO
Con fuerte voz clamo al Señor; con fuerte voz le pido misericordia . En su presencia expongo mi queja; en su presencia doy a conocer mi angustia cuando me encuentro totalmente deprimido. Señor, Tú conoces mi camino: en el camino por donde voy, me han tendido una trampa. Vuelvo la mirada a la derecha y nadie viene en mi ayuda. ¡No hay nadie que me defienda! ¡No hay nadie que se preocupe de mí! A ti clamo, Señor, y te digo: "Tú eres mi refugio; Tú eres todo lo que tengo en esta vida." Presta atención a mis gritos, porque me encuentro sin fuerzas. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. Sácame de mi prisión para que pueda yo alabarte. Los hombres honrados me rodearán cuando me hayas tratado bien. Este salmo merece la pena ser reproducido en su totalidad. Todos nos hemos visto, nos veremos o nos estamos viendo en situaciones que pueden ser ilustradas por lo que expresa este poema. Hay momentos en nuestra vida que pueden ser descritos muy bien con las pal...