ERES MORADA DE DIOS
¿Ignoráis acaso que sois templo de Dios y morada del Espíritu divino? (1 Corintios 3:16) Para mí hay tres grandes cambios que Jesús introdujo: Se acabaron las castas sacerdotales o pastorales ya que todos somos sacerdotes. Finalizó la distinción entre lo sagrado y profano ya que con la encarnación Jesús convirtió en sagrada todas las dimensiones de la experiencia humana. Finalmente, ya no hay lugares especiales a los que haya que asistir para encontrarse con Dios, nosotros somos el templo en el que Él habita. A pesar de esos tremendos cambios de paradigma que el Maestro introdujo, sus seguidores, poco a poco, unas confesiones en mayor medida que otras, los hemos ido erradicando y fortaleciendo el viejo modelo de sacerdotes, templos y una estricta división entre la vida profana y la sagrada. Hemos de felicitarnos, Jesús vino para liberarnos y nos hemos vuelto, gustosamente, a encadenar al viejo orden. Hoy quiero hacer énfasis en la realidad de que soy templo del Espíritu Santo, 24/7 v