SALMO 41. SEÑOR TEN PIEDAD
Mas Tú, Señor, ten piedad. Este salmo refleja las reflexiones de aquel que, a pesar de su atención al desvalido y necesitado, él mismo, en el momento de su aflicción y necesidad, se ha visto desamparado y despreciado incluso por sus propios amigos. Sus esperanzas de ser tratado cómo él mismo trató a otros se han visto defraudadas y, por tanto, lo único que queda es volverse hacia el Señor y esperar que este tenga piedad de él y se acerca para ministrarlo en su necesidad. Puedo sentirme identificado con las palabras del salmista porque también en mi propia experiencia personal he vivido y experimentado el ver que tus expectativas con respecto a los demás son defraudadas. Me he sentido maltratado por aquellos que esperaba que tendrían la capacidad y sensibilidad de responder a mis necesidades como yo había respondido a las suyas. Creo que, una vez más, este salmo me ayuda a darme cuenta que, a fin de evitar la amargura y el resentimiento que este tipo de situaciones pueden provocar, ...