CUARESMA, DÍA 35
Ayudaos mutuamente a soportar las dificultades, y así cumpliréis la ley de Cristo. (Gálatas 6:2) La vida es difícil para todos nosotros. Cada uno de nosotros enfrentamos dificultades en diferentes dimensiones de nuestra existencia; en ocasiones, bien complicadas y difíciles. Puede parecer, en ocasiones, hasta ofensivo pedirnos que pensemos en los demás, en su situación y en sus cargas. También puede darse el caso que, sin estar necesariamente apesadumbrados por nada en especial, vivamos vidas tan aceleradas y tan centrados en nosotros mismos que carezcamos de tiempo para pensar en cómo está el otro y qué puede necesitar. La Cuaresma nos invita a pararnos y meditar en quién hay a nuestro alrededor que está necesitado de nuestra ayuda para soportar sus necesidades. ¿Qué ves cuando te paras y observas? ¿Qué vas a hacer?