ÉXODO PARTE III/ LOS ACONTECIMIENTOS DEL SINAÍ/ CAPÍTULO 32

Anda, haznos un dios que nos guíe pues no sabemos qué le habrá pasado a ese Moisés, el hombre que nos sacó de Egipto. Es evidente que el pueblo cayó en la idolatría y nosotros, los seguidores de Jesús, podemos hacer una lectura superficial del tema y pensar que el punto clave es que se fabricaron un ídolo. Esto nos puede llevar a creer que estamos a salvo de semejante peligro ya que no tenemos imágenes o estatuas en nuestras vidas. Sin embargo, el punto central de la idolatría consistió en buscar un sustituto a Dios para que guíe nuestras vidas. La idolatría se plasma en tener un norte diferente a Jesús, en darle el lugar central y vertebrador de nuestro proyecto vital a otras cosas, puede ser el trabajo, el placer, el poder, la auto-realización, el trabajo cristiano, la iglesia, cualquier cosa que sea la que nos provea de dirección y sentido en nuestra vida. Martín Lutero, el gran reformador del siglo XVI ya afirmó que dios es cualquier ...