GÉNESIS PARTE IV/EL CICLO DE JACOB/CAPÍTULO 33

Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y rompieron juntos a llorar. Este pasaje es una buena lección sobre el perdón. El perdón es, precisamente, la herramienta que el Señor nos ha concedido para poder restaurar las relaciones interpersonales que, tan a menudo, son rotas como resultado de nuestro pecado. Todos hemos experimentado los importantes beneficios de perdonar y de ser perdonados. La vida se vuelve más fácil, menos tensa, más satisfactoria y podemos recobrar relaciones que, de otro modo, estarían rotas. El perdón, sin embargo, no siempre es fácil. Hay dos grandes obstáculos que nos pueden impedir perdonar o pedir perdón. El primero de ellos es el dolor. Para muchas personas el simple hecho de pensar en una situación trae a su mente una gran dosis de dolor emocional, espiritual o intelectual. La ofensa recibida fue tan grande y los sentimientos están tan a flor de piel que hacen difícil el poder otorgar el perdón. El se...