CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA
He llegado al final del libro del profeta Isaías donde he leído lo siguiente: Se olvidarán los apuros de antaño, quedarán ocultos a mis ojos, pues voy a crear un nuevo cielo, junto con una nueva tierra. No rememorarán lo de antaño, ya no será recordado; al contrario, alegraos y gozad sin límites por lo que voy a crear (65:16-18) Es la promesa de cielos y tierra nueva. Es la promesa que el universo llegará a ser aquello que Dios pretendió que fuera y el pecado, nuestra rebelión contra Dios, nuestro deseo de ser independientes con respecto a Él, impidió que llegara a ser. La promesa de los cielos y la tierra nueva es la promesa del fin del dolor, el sufrimiento, la muerte, la injusticia, la opresión, la maldad, la impunidad, todo aquello que, en principio, es ajeno a la experiencia humana pero el pecado introdujo. Sabemos que aún no es el tiempo, pero llegará. Mientras tanto, vivimos de la esperanza, que no es un mero deseo -como aquel que espera que le caiga la lotería- sino una realida...