CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE ROMA/ TODOS SOMOS CULPABLES7 ROMANOS 3:9-20

A nadie, en efecto, restablecerá Dios en su amistad por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado. (Romanos 3:20) El apóstol Pablo en este pasaje afirma dos cosas importantes. La primera, a saber, que toda la humanidad es culpable delante de Dios de no guardar la Ley. Basta mirar al mundo que nos rodea para cerciorarnos de ellos sin lugar a dudas. No vivimos como deberíamos de vivir y, en mi opinión, eso debe a dos razones, o no queremos, por lo tanto merecemos el juicio del Señor o, por el contrario, queremos pero no podemos, en ese caso necesitamos la restauración de parte de Dios. Sea una u otra la razón hay un serio problema en la humanidad. La segunda, es acerca del propósito de la Ley. Al ser el pecado un problema interno -una actitud de rebelión, una declaración de independencia con respecto al Señor y su autoridad- la única manera de que salga a la luz, lo podamos detectar y, consecuentemente, si lo deseamos, actuar, ...