EL MITO DE CON QUIÉN ME CASARÉ, SEGUNDA PARTE

Aunque el Señor ha establecido la cancha de juego -su voluntad moral – todavía en el marco y contexto de la misma debemos de continuar tomando decisiones ¿Cómo lo haremos? Dependiendo del Espíritu Santo, que vuelvo a insistir nos guiará a toda la verdad y nos enseñará todas las cosas, y un buen conocimiento de la Palabra del Señor. Pero apliquémoslo al tema de escoger la pareja con la que queremos compartir nuestra vida. El apóstol Pablo indica con claridad meridiana que la voluntad moral de Dios es que esta persona sea del Señor, sea creyente. Dentro de esos parámetros nos toca a nosotros escoger ¿Cómo lo llevaremos a cabo? En discernimiento por medio de la oración y el diálogo con el Espíritu Santo. ¿Tiene esta personas los mismos objetivos en la vida que yo tengo? A pesar de ser creyente ¿Es Dios una prioridad en su vida más allá de la mera religiosidad? ¿Cuáles son sus valores, cómo los demuestra en la vida cotidiana? ¿Cómo es su familia de origen, s...