EL SERMÓN DEL MONTE 18/ JURAMENTOS/ MATEO 5

»También han oído ustedes que se dijo a los antepasados: “No dejes de cumplir lo que hayas ofrecido al Señor bajo juramento.” Pero yo les digo: simplemente, no juren. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni juren ustedes tampoco por su propia cabeza, porque no pueden hacer blanco o negro ni un solo cabello. Baste con decir claramente “sí” o “no”. Pues lo que se aparta de esto, es malo. (Mateo 5:33-37) Los juramentos siempre se han hecho para añadir valor o credibilidad a la palabra dada. El juramento en el nombre de Dios le involucra en la situación por la cual estamos jurando, lo hace testigo y partícipe. Los judíos del tiempo de Jesús dividían los juramentos en dos tipos: Los que incluían el nombre del Señor y que, por tanto, debían cumplirse si o si y aquellos que no lo incluían y de los cuales uno podía...