LA CARRERA
Estamos, pues, rodeados de una ingente muchedumbre de testigos. Así que desembaracémonos de todo impedimento, liberémonos del pecado que nos cerca y participemos con perseverancia en la carrera que se nos brinda. (Hebreos 12:1) No es la primera vez que en las páginas del Nuevo Testamento se compara el seguimiento de Jesús con una carrera; el apóstol Pablo es especialista en este tipo de paralelismos. Profundizando un poco en el tema me pregunto ¿De qué tipo de carrera estará el autor hablando? Con poco riesgo de equivocarme afirmaría que se trata de parecernos cada vez más y más a Jesús permitiendo que su carácter se forme en nuestras vidas y, al mismo tiempo, mientras eso se va dando, ir construyendo el Reino de Dios. Pero para correr (como corredor hablo) hay que quitarse de encima todo aquello que pueda hacer pesada la carrera, especialmente cuando estamos hablando de una de resistencia, no de un sprint de 100 metros. Personalmente ni siquiera puedo correr llevan