VENTILAR (SALMO 142)

A voz en grito invoco al Señor, a voz en grito al Señor ruego. Ante Él desahogo mi pesar, ante Él proclamo mi angustia. (Salmo 142:1-2) Hemos de dar muchas gracias a Dios por colocar los salmos en la Biblia. Por la crudeza con que muchos de ellos están escritos, porque dan voz a nuestros sentimientos más profundos delante del dolor y la aflicción, porque validan el sentirnos desesperados, confusos y angustiados con la vida y lo que esta nos trae. Aceptar de manera resignada y callada el dolor no creo que sea una actitud cristiana. Es más bien una actitud estoica, una corriente de pensamiento greco-romana que invitaba a las personas a aceptar la vida tal y como es, sin apegos a lo que queremos y amamos. Aceptamos el dolor, la enfermedad y la muerte y le damos la bienvenida, sin quejarnos; antes al contrario con una fortaleza de carácter que nos permite sobrellevar esos trances. El salmista no parece nada estoico en su manera de gestionar el sufrimiento. Tampoco lo parece...