SABIDURÍA PARA LÍDERES: LA COSA QUE TE FALTA
Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. (Marcos 10:21) Este fragmento está extraído del encuentro de Jesús con aquel joven rico que le salió al camino. Sabemos que era una persona observante de la ley, coherente en sus relaciones con Dios y con su prójimo y realmente deseoso de poder alcanzar la vida eterna. Sin embargo, el Maestro le indica que todavía le faltaba una cosa, había un paso más que debía dar para poderse convertir en un auténtico discípulo; todos sabemos cuál era. Conscientemente no quiero entrar en el detalle de aquello que Jesús le pidió a aquel hombre. No lo hago porque nuestra respuesta más rápida, con demasiada frecuencia, es quedarnos con el detalle -las riquezas- y no con el principio -aquello que falta-. Fácilmente podemos enzarzarnos en discusiones sobre lo primero y así eludir, evitar el tener que pensar so