JESÚS, IMAGEN PERFECTA DE DIOS

El Hijo, que siendo reflejo resplandeciente de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser... (Hebreos 1: 3) En Éxodo capítulo 20 Dios prohibe que nos hagamos imágenes y las adoremos. Este siempre ha sido un clásico argumento evangélico en contra de los católicos y su culto o veneración de las imágenes. Para mí, sin embargo, son mucho más peligrosas, dañinas e influyentes las imágenes mentales que nos hacemos de Dios. En muchas ocasiones, no nos relacionamos con el auténtico y genuino Dios, sino más bien con aquel que nos hemos creado. Primero lo creamos y luego lo veneramos. Así tenemos el dios de la teología de la prosperidad, el dios tribal que ama más a unos países que a otros, el dios justiciero que espera con ansia el día del juicio final para darnos el castigo que merecemos, el dios denominacional, el dios fundamentalista, el dios que ama más a los israelitas que a los palestinos, el dios capitalista, el dios... ¿Cuán parecido al auténtico Dios es m...