VIVIR LA VIDA DE OTRO
Y entre el oficio de plantar o el de regar no hay diferencia, si bien cada uno recibirá el salario en proporción a su trabajo. (1 Corintios 3:8) Soy bautista, por tanto, poco dado a revelaciones o experiencias sobrenaturales. Además, por carácter y por la forma en que Dios me ha colocado los cables internos soy un tipo bastante racional que aprecia la belleza de las ideas, los procesos, los paradigmas, etc. Sin embargo, un día Dios me habló en mi interior (tómalo como quieras, ya te dije me contexto) y con claridad meridiana me dijo: Félix, no insistas, no te obsesiones, tú nunca serás aquello que persigues; tú serás otra cosa diferente que con total claridad me mostró. Desde entonces hasta el día de hoy (estamos hablando de hace más de 30 años) he vivido con la conciencia de que yo soy un regante y que seré útil a los demás y veré la bendición y el respaldo del Señor cuando hago aquello para lo que fui diseñado. Pero muchos, tal vez tú entre ellos, nunca se han parado para escuchar