¿TU PRECIO?

Y después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús. (Lucas 5:11) Creo que es muy cierta la afirmación que todo ser humano tiene su precio. Esto se pone claramente de manifiesto cuando Jesús no confronta con la invitación a seguirle. Para hacerlo de forma efectiva todos nos encontramos con la realidad de que existe un precio que debemos pagar si nos tomamos en serio esa propuesta y decidimos seguirla. En ocasiones, no sé si de forma consciente o inconsciente, pensamos que debemos hacer como los apóstoles, dejar trabajo y familia para dedicarnos a la vida religiosa de forma completa. Ese tipo de llamado, que sin duda el Señor ofrece a algunas personas, puede servirnos para enmascarar los precios que cada uno de nosotros debemos pagar si deseamos ser agentes de restauración y constructores del Reino de Dios. Cada uno de nosotros tiene su precio; para algunos puede ser un cambio de prioridades, de los valores operativos con los que nos movemos, de re...