PROFETAS Y REYES, DAVID, FEEDBACK
David le contestó: — ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Bendita tu sensatez y también tú que me has impedido hoy derramar sangre y tomarme la justicia por mi mano! ¡Te juro por el Señor, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte daño, porque si tú no te hubieras apresurado en salir a mi encuentro, al amanecer no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo varón! (1 Samuel 25:32.34) Como siempre, vale la pena leer el pasaje completo. David ha sido maltratado por Nabal, un rico hacendado a quien había brindado protección para que sus ganados no fueran expoliados. A una petición de ayuda de David respondió de tal manera que encendió la ira del rey ungido y este decidió vengarse. Es más que cuestionable este acto de tomar venganza. Pero, aun lo es más la desproporción entre la ofensa -negarse a darle víveres- y la respuesta -aniquilar a toda la familia de Nabal-. Se mire como se mire y por mucha simpatía que uno pueda tener por David, su i