REFUGIADOS
José se levantó, tomó al niño y a la madre en plena noche, y partió con ellos camino de Egipto. (Mateo 2:14) El problema de los refugiados en el mundo, tal y como indican las cifras que aparecen en esta entrada, es enorme y no hay visos de que vaya a mejorar, antes al contrario, ira en constante crecimiento en los próximos años. La realidad de estas personas nos genera sentimientos encontrados Por un lado, despierta nuestro sentido de solidaridad, misericordia y compasión. Por otro, miedo e inseguridad por la amenaza potencial que significan para nuestro status quo. La primera reacción es racional, la segunda, totalmente irracional, como todo lo que provoca el miedo. No hay suficientes recursos para todos, amenaza nuestro estilo de vida, si lo acogemos generamos un efecto llamada, etc., etc. José, María y el pequeño Jesús fueron refugiados políticos. El texto de Mateo nos indica que tuvieron que huir apresuradamente, en plena noche, ante el peligro que corría la vida