UNIRNOS A ÉL
Al anochecer, presentaron a Jesús muchas personas que estaban poseídas por demonios. Él, con sólo una palabra, expulsó a los espíritus malignos y curó a todos los enfermos. De este modo se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: Tomó sobres sí nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades. (Mateo 8:16-17) En la mente de Dios siempre ha estado la redención de toda la humanidad. Así lo indica Juan en su evangelio, de tal manera amó Dios al mundo. Nuestro planeta vive en un marasmo de problemas e injusticias, la inmensa mayoría de ellas, si no todas, causadas por la acción de ser humano que actúa de ese modo porque el pecado ha destrozado nuestro proyecto de humanidad. Es mi entender que Jesús vino, no únicamente para que unos pocos puedan ir al cielo abandonando a todos los demás a su miserable suerte, sino a instaurar su Reino, Un Reino que revierta todo aquello que el pecado ha instaurado, un Reino en el que impere la justicia, donde se elimine la pobreza,