EL DIOS QUE CONOCE

Me estoy acercando a final de la lectura de los salmos. Ayer mi atención se centró en el 139 y me llamó la atención los primeros versículos: Señor, tú me has examinado y me conoces; tú conoces todas mi acciones; aun de lejos de das cuenta de lo que pienso. Sabes todas mis andanzas, ¡Sabes todo lo que hago! Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor. ya la conoces. Por todas partes me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí. Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance; ¡Es tan alta que no alcanzo a comprenderla! El asunto es que soy totalmente transparante ante Dios. Su conocimiento es tal que no existe nada que yo pueda ocultar de su presencia. Hasta mis pensamiento más íntimos le son conocidos, y que decir de mis motivaciones, mis intenciones más ocultas, mis miserias y mis pecados. En manos de alguien que no me amara y aceptara completamente tal y como soy tal conocimiento sería terrorífico. Da miedo tan sólo de pensar lo que podrían hacer conmigo. Sin embargo, al pen...