LÁMEC/ VIOLENCIA/ GÉNESIS 4
Un día, Lámec dijo a Adá y Selá, sus mujeres: — Escuchadme mujeres de Lámec, prestad atención a mis palabras: He matado a un hombre por herirme y a un muchacho por golpearme; Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lámec lo será setenta y siete. Lámec es un descendiente de Caín y asusta ver que la misma pauta que se manifestó en su ancestro está presente en Lámec y, además, exacerbada, expresada con mayor intensidad, arrogancia y desproporción entre la ofensa y la respuesta. La violencia y la arrogancia de Caín está totalmente presente en su descendiente y eso da que pensar. Me pregunto si la descendencia de Caín fue alejándose más y más del Señor y, consecuentemente, fue perdiendo el norte moral, la capacidad de distinguir entre lo que se quiere hacer y aquello que se debe hacer, la contención de los impulsos y los deseos. En mi vasta experiencia humana y pastoral nunca he visto a nadie que alejándose de Dios haya mejorado moral, ética y espiritualmente. Fuera del Se