SALMO 39/ ESPERANZA

Señor, indícame mi fin y cuántos van a ser mis días, para que comprenda cuán caduco soy. Me concediste unos palmos de vida, mis días son como nada ante ti: el hombre no dura más que un soplo, es como una sombra que pasa; sólo un soplo son las riquezas que acumula, sin saber quién será su heredero. Entonces, Señor, ¿Qué espero? Mi esperanza está en ti. (Salmo 39:5-8) La persona, como bien escribió Viktor Frankl, es un ser en busca de significado. Probablemente tiene que ver con lo que dijo el escritor de Eclesiastés: "Has puesto eternidad en el corazón del hombre sin que éste llegue a comprenderlo". Por más que lo pretenda la sociedad y nosotros también, lo intentemos no podemos vivir sin encontrarle propósito, sentido y significado a nuestra existencia. La cultura nos vende multitud de anestésicos para calmar ese dolor interno intenso; nos facilita analgésicos para el alma que amortiguan esa sensación. Sin embargo, y creo que afortunadamente, hay momentos en ...