¿CÓMO ACABAS EL DÍA?

Meditad en vuestro lecho y guardad silencio. (Salmo 4:5) Todos los expertos en administración y liderazgo personal confirman que la manera cómo comenzamos el día es determinante de cómo lo viviremos. Pero hay, al menos que yo conozca, poca literatura respecto a cómo debemos terminarlo. La Palabra nos invita a terminarlo en una actitud de meditación; meditar es pensar atenta y detenidamente sobre algo. Hacerlo pues centrándonos en cómo hemos vivido el día que está terminando. He aquí algunas preguntas que pueden ayudarnos para ello: ¿dónde hemos visto la presencia del Señor? ¿en qué cosas hemos sido fieles? ¿hemos pecado contra Él por pensamiento, obra u omisión? ¿de qué estoy agradecido? ¿de qué estoy arrepentido? en base a m meditación ¿cómo quiero vivir el día de mañana? Naturalmente estos son ejemplos de preguntas. Tú puedes incluir o usar aquellas que sean más significativas para ti. Se le atribuye a Sócrátes la frase: "una vida sin reflexionar no es digna de ser v...