EL LIBRO DE LA VIDA

He acabado la lectura del libro de Apocalipsis, complicado, complejo, difícil de entender. Siempre me ha ayudado cuando lo leo recordar un principio fundamental de exégesis. Los libros de la Biblia están escritos, en primer lugar, para un público determinado, concreto y específico, a pesar de que tengan una validez para toda la humanidad. Se piensa que ese público específico fueron las iglesias cristianas que sufrían durísimas persecuciones durante los años postreros del siglo I de nuestra era. Para aquellas personas que vivían en situaciones muy duras y que, de alguna manera, podían pensar que estaban llegando al fin de todo y no había esperanza, el libro de Apocalipsis pretendía darles, precisamente eso, un sentido de esperanza, de paz, de seguridad en el triunfo final de Dios. Ese es, en mi opinión, el valor del libro, el darnos un sentido de paz, seguridad y confianza en medio de cualquier tribulación ya que, a pesar de lo que las circunstancias puedan indicarnos, a pesar del apara...