SALMO 90. EL TIEMPO

Enséñanos la medida exacta de nuestros días para que adquiramos un corazón sensato. El tema central de este salmo es el tiempo y cómo Dios y nosotros mismos nos relacionarnos con esta dimensión. El poema afirma con rotundidad que el Señor es eterno, existía antes del tiempo y está fuera y por encima del mismo, si, mil años para Ti son un ayer que pasó , indica el salmista. Contrariamente, al leer esta parte de la Escritura nos damos cuenta que, en contraste con Dios, nosotros somos temporales, caducos y finitos. No importa cuántos años podamos llegar a vivir, al final, agotamos nuestros días como un suspiro , dice el escritor, para después sentenciar, pasan aprisa y volamos. No ha sido muy difícil encontrar materia para pensar y reflexionar en este salmo. Mis días se acabarán rápidos. Ya he llegado a los 54 y, tal y como dice el pasaje bíblico, han pasado realmente como un suspiro y cuanto más pasan, más consciente es uno de la finitud de la vida y su limitación. Ante esta realidad ...