CUARESMA, DÍA 31
¡Con todas las fuerzas de mi ser alabaré a mi Dios! ¡Con todas las fuerzas de mi ser lo alabaré y recor- daré todas sus bondades!. —Salmo 103:1-2 Ayer, en una conversación con buenos amigos, mencionábamos que la fidelidad del Se- ñor en el pasado es el fundamento sobre el cual se basa nuestra confianza en Él para el futuro. Al mirar hacia atrás es importante poder identificar las huellas de la intervención de Dios en nuestra historia personal y familiar. Es importante recordarlas porque al haber afectado el pecado nuestra capacidad espiritual, las intervenciones pasadas del Señor, conforme el tiempo discurre, se van difuminando y pierden la intensidad que tuvieron en el momento en que sucedieron. Creo que es por eso que Dios invitaba a su pueblo a levantar monumentos que de forma gráfica y visual le recordaban aquellos momentos históricos en que se manifestó en su historia. Por eso la invitación cuaresmal de hoy es a mirar atrás y hacer una lista, lo más extensa posible