CONOCER EL CAMINO

Hay momentos en la vida en que uno tiene la sensación de estar perdido, de no estar seguro que la dirección es la correcta. Es un sentimiento difícil de explicar pero que he experimentado en más de una ocasión. Aparentemente todo parece correcto, sin embargo, uno tiene una inquietud interior que le hace pensar que no anda en la dirección correcta. El problema es que, en ocasiones, no hay posibilidad de verificarlo. No hay señales a nuestro alrededor que lo indiquen. No tenemos mapa porque es territorio desconocido y, lamentablemente , la gente con la que nos encontramos no está más orientada que nosotros mismos. Es un buen sinónimo de la vida. Me siento así, inseguro acerca de la dirección futura. Hoy leía el salmo 27 y he encontrado estas palabras, muéstrame , Señor, tu camino. Estoy seguro que Dios no tiene ningún interés en no mostrarme su camino. Creo que el problema es hallar el tiempo y el espacio para pararse, esperar y escuchar su voz.