CUARESMA, DÍA 18
Hermanos, si alguno incurre en falta, vosotros, los animados por el Espíritu, corregidlo con amabilidad. Y manteneos todos sobre aviso, porque nadie está libre de ser puesto a prueba. —Gálatas 6:1 Cuando nos inclinamos hacia atrás y tomamos distancia ganamos perspectiva. En eso, precisamente, consiste la reflexión. Nos vemos a nosotros mismos desde la distancia, como observadores, desde afuera y si somos honestos en lo que observamos, sin caer en justificarnos a nosotros mismos, podemos ganar mucha comprensión -de qué hacemos, qué dejamos de hacer, cómo reaccionamos, cómo afrontamos las cosas, cómo tratamos a la gente, qué pensamientos anidan en nuestras mentes- y sabiduría que viene de la ventaja que nos brinda el poder observar desde afuera. La invitación cuaresmal de hoy es a reflexionar acerca de cómo tratamos a aquellos que, por las razones que sean y sin buscar justificar lo que hayan hecho o dejado de hacer, han caído en la tentación y en el pecado. Y me refier