RECONOCER LA FE

Al oír esto, Jesús quedó admirado de él. Y dirigiéndose a la gente que lo seguía, dijo: — Os aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande como esta. (Lucas 7:9) Estas palabras de elogio y reconocimiento se las dirigió Jesús a un centurión romano, un opresor, un invasor de su tierra natal, un gentil que no conocía al verdadero Dios pero que supo entender al Maestro y alinearse con su voluntad. Jesús afirma que ni siquiera en Israel, pueblo conocedor del Señor, de su Palabra y de su voluntad, había encontrado una fe que se pudiera comparar con la de aquel oficial del ejército romano de ocupación. Palabras semejantes tuvo para una mujer sirofenicia, otro gentil no perteneciente al pacto de Dios con su pueblo escogido. Existe, en ocasiones, una mala tendencia en nosotros a la exclusividad, a pensar que somos mejores e incluso superiormente morales a los que no creen y viven al margen de la iglesia. Tal vez nosotros no vivimos vidas que merezcan ser imi...