EL DEFENSOR DEL VULNERABLE (SALMO 68)

Padre de los huérfanos, defensor de las viudas es Dios en su santa morada. (Salmo 68:8) Esta afirmación, a la que, a menudo, se une el pobre y el extranjero, aparece una y otra vez en las Escrituras, tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento (véase Santiago en caso de dudas). Es una especie de "frase hecha" que sirve para englobar a todos los que en la sociedad son vulnerables. Lo eran en la antigüedad y lo continúan siendo hoy en día. Esta afirmación, Dios declarándose el protector del vulnerable, no tiene parangón en la literatura religiosa antigua. Las divinidades siempre han estado del lado del fuerte, del rey, del noble, del militar, del religioso; nunca del vulnerable. Los dioses, además, crearon a los humanos para su propio servicio y, a menudo, estaban sometidos a su capricho. Pensemos, por ejemplo, en los dioses de Grecia y Roma, decadente y amorales cuando no abiertamente inmorales y corruptos. Si Dios es así, sus seguidores no podemos ser de otra mane...