MIS PENSAMIENTOS

Quien sabe escuchar siempre podrá hablar. La base de la retroalimntación es saber escuchar que implica mucho más que mero acto mecánico de recibir las palabras del otro. Implica una actitud de humildad, de reconocer que puede haber sabiduría en las perspectivas que la otra persona nos está dando y que, consecuentemente, podemos aprender y mejorar.

En el versículo 18 hay otra joya relacionada con la retroalimentación, confirma los proyectos con consejos. Se deduce que es importante tener consejeros y yo añadiría que no únicamente aquellos consejeros que siempre están de acuerdo con nuestra opinión y dicen amén a todo lo que les sugerimos y planteamos. Rodearnos de personas que piensen y vean las cosas de forma diferente a como las vemos nosotros y tengan la autoridad y la libertad de cuestionarnos es algo saludable y necesario. Sin embargo, la disensión no siempre es bien recibida y el consejo discordante apreciado.

Este capítulo da dos sabios y sencillos pasos para poder obtener sabiduría. Sin embargo, eso no significa que sea fácil, se trata de escucha el consejo, acepta la corrección y al final llegarás a sabio . No suena muy complicado pero ambas cosas, cuando las recibimos, incluso cuando las pedimos y los valoramos, pueden remover lo más íntimo de nuestro ser. Tiene sentido porque, en ocasiones, nuestras ideas y pensamientos están muy ligados con nuestra identidad y sentido de dignidad y valor y, consecuentemente, verlos evaluados, comentados o incluso rebatidos -no importa que sea para nuestro bien- toca fibras muy profundas y sensibles.