DOLOR EMOCIONAL (SALMO 77)

A Dios dirijo mis ruegos, para que me escuche. En los momentos más difíciles, siempre busco a Dios. Con las manos levantadas me paso la noche orando, aunque ni esto me consuela. Cuando pienso en Dios, me siento desalentado y me dan ganas de llorar. ¡Dios me hace perder el sueño ¡Estoy tan confundido que no sé qué decir! Por las noches me pongo a pensar; recuerdo los tiempos pasados, los años que se han ido, y entonces me pregunto: «¿Estará rechazándonos Dios de una vez y para siempre? ¿Habrá dejado de amarnos? ¿Tan enojado está con nosotros que ya no nos tiene compasión? ¿Dejará de tratarnos con bondad? ¿Se habrán agotado las promesas que se comprometió a cumplir? ¿Se habrá olvidado de que es un Dios bueno?» Y yo mismo me contesto: «¡Qué doloroso es darse cuenta de que Dios ya no es el mismo, que ya no nos tr...