CAÍN/ ¿ACASO SOY YO EL GUARDIAN DE MI HERMANO? / GÉNESIS 4

Caín propuso a su hermano Abel que fueran al campo y, una vez allí, Caín atacó a su hermano y lo mató. El Señor le preguntó a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Él respondió: No lo sé, ¿acaso soy el guardián de mi hermano? El diálogo entre Dios y Caín es muy fuerte. Caín es arrogante ante la pregunta del Señor. Caín no reconoce ningún tipo de culpa, no hay rastro de arrepentimiento en él, antes bien, le planta cara a Dios y sin contemplaciones le devuelve otra pregunta ¿Soy acaso el guardián de mi hermano? ¿Soy acaso responsable de él? ¿Qué tengo yo que ver con él? Ya me di cuenta que el pecado no únicamente rompe mi relación con Dios, también la rompe con otros seres humanos. El pecado trae egocentrismo y egoísmo donde debería haber fraternidad, solidaridad y cuidado mutuo. El pecado me deforma hasta el punto que el otro, mi hermano, ya carece de importancia y sus necesidades se vuelven irrelevantes. Puede ser que las vea, ahora bien, ya no son mi responsabi...