2 CORINTIOS/ ¿EN QUIÉN CONFIAS? / 2 CORINTIOS 1:1-7

Pero si llegué a considerar la sentencia de muerte como algo inevitable, esto me enseñó a no confiar en mí mismo, sino en Dios que resucita de los muertos. Pablo habla, literalmente, de una sentencia de muerte, de una situación más allá de su control que le llevó a tener que rendir el control al Señor. Incapaz de confiar en sí mismo, es decir, su capacidad para salir adelante en medio de aquella situación dada, tuvo que confiar en quien uno confía cuando no puede ya hacerlo en sí mismo u otras fuerzas, en Jesús. Al comenzar el año, cuando todavía está fresco y uno mantiene el deseo de buenos propósitos, es adecuado pensar en dos sencillas cosas: ¿Qué retos me está presentando este nuevo año? ¿En qué o quién confío para superarlos? Quiera el Señor que podamos hacer nuestra la afirmación de Pablo, nosotros confiamos en el Dios que resucita de los muertos.