UN NUEVO MANDAMIENTO
JUAN 13:18-38 Os doy un mandamiento nuevo: Amaos unos a otros; como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros. Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como discípulos míos. El mandamiento de amar en sí, no es nuevo. Aparece ya en el libro de Levítico. Para mí, lo que tiene de novedoso es lo siguiente: Primero, es aplicado a la comunidad de los creyentes. Se espera que esta hermandad se ame de una manera mutua y lo haga con un amor ágape, es decir, no hay una expectativa de ñoños y cálidos sentimientos hacia el hermano. Antes bien, una búsqueda del bien del otro incluso de forma costosa, sacrificial y, por supuesto, incondicional y tomando la iniciativa. Segundo, el modelo es Jesús. Esto enlaza con lo que enseñó cuando lavaba los pies, ejemplo os he dado. El nivel de exigencia es alto. Jesús mismo se ofrece como referente del modo en que debo amar a los miembros de esta hermandad. Una observación de su vida y muerte me señala lo exigente