LA PERSPECTIVA DE DIOS

Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis y que llegó a Egipto. Pero no os aflijáis ni os reprochéis el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me ha enviado aquí antes que a vosotros, para salvar vidas. (Génesis 45:4-5) Solo de forma retrospectiva, mirando hacia atrás y reflexionando sobre lo sucedido pudo José entender la perspectiva de Dios. Fue esa mirada diferente la que le permitió dar sentido a todo el sufrimiento, dolor, penalidades e injusticias que había experimentado durante los pasados años. Solo tras ese ejercicio reflexivo las piezas del rompecabezas encajaron y la realidad pudo tener sentido. Habitualmente nosotros leemos la historia de José sabiendo el final de antemano. Es difícil ponernos en su piel porque sabemos que todo desembocará en un happy end. Es la ventaja del que observa desde el exterior la historia, especialmente cuando lo hace una vez acabada. Sin embargo, es muy diferente la perspectiva del que está dentro de la misma y n...