MIRANDO LO QUE NO SE VE
Y es que nuestro objetivo no son las cosas que ahora vemos, sino las que no vemos todavía. Esto que ahora vemos, pasa: lo que aún no se ve, permanece para siempre. (2 Corintios 4:18) Es fácil que en cualquier dimensión de la vida el árbol no nos permita ver el bosque. Estemos tan centrados en lo presente, en lo inmediato, que no tengamos la capacidad de tener perspectiva y ver más allá de las circunstancias actuales. Esto también se da en el ámbito espiritual de la vida. Los seguidores de Jesús vivimos, de forma simultánea en dos dimensiones: la temporal y la eterna. Hemos sido creados por Dios con un sentido de eternidad y desde el momento en que hemos tomado la decisión de seguir al Señor ese sentido ha tomado fuerza, consistencia y claridad. Nuestra ciudadanía está en los cielos, aspiramos y anhelamos el Reino de Dios en toda su plenitud, deseamos ser más y más similares a Jesús, queremos vivir como agentes de restauración y reconciliación. Pero a la vez estamos aqu