Este capítulo tiene un aire muy paternal con el que no me ha sido difícil sentirme identificado , ya que ha bastado en pensar en mis hijos para hacer de este pasaje algo muy personal. Está lleno de consejos de un padre a su hij @ y, entre ellos, destaca el siguiente, Antes que nada adquiere sabiduría. Es muy cierto. Nuestros hijos no necesariamente tienen esto como prioridad. El dinero, la posición, la seguridad, el status , son cosas que, a menudo, son más valiosas e importantes y necesarias a sus ojos. Sin embargo, la sabiduría es esa brújula interior que nos da la capacidad de orientarnos, no sin dificultades en ocasiones, en un mundo cada vez más complejo, difícil y delicado. Vivir sin ella es carecer de puntos de referencia para construir nuestro proyecto vital.