IMITANDO EL PADRE

Padre de los huérfanos, defensor de las viudas es Dios en su santa morada. Dios acoge en su casa a los desamparados y libra a los cautivos entre cantos de júbilo. (Salmo 68:6-7) En todas las mitologías de la antigüedad los dioses son los protectores y benefactores de los ricos, los poderosos, los gobernantes. Únicamente en el Antiguo Testamento el Señor se declara protector de los vulnerables que habitualmente quedan englobados en la expresión el huérfano, la viuda y el emigrante, es decir, aquellos que no tienen quien les ayude y están en situación de desamparo. Pablo nos enseña que seamos imitadores del Señor como hijos amados suyos. No hace falta tener una maestría en divinidades ni ser un experto en teología para darnos cuenta que esa afirmación del apóstol unida a la enseñanza del Antiguo Testamento no interpela a todos nosotros, los que nos identificamos como seguidores de Jesús, a no ser indiferentes a las necesidades de aquellos que ocupan un lugar especial en e...