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Mostrando entradas de julio 19, 2016

EL SERMÓN DEL MONTE 5/ FELICES LOS HUMILDES/ MATEO 5

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Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra. (Mateo 5:5) Barclay escribe su paráfrasis de esta bienaventuranza del siguiente modo: ¡Qué feliz es el hombre que sabe cuándo montar en ira y que nunca se enoja a destiempo, que ha aprendido a controlar sus instintos, impulsos y pasiones, porque ha puesto su vida bajo el gobierno de Dios, y que tiene la suficiente humildad como para reconocer su propia ignorancia y debilidad, porque el hombre que posee tales virtudes es rey entre los hombres! Parece una paráfrasis excesivamente larga para un texto tan sencillo y breve. El problema es que las palabras griegas son tan ricas en significado que ninguna de las que usamos para traducirlas –manso, humilde- pueden transmitir todo el contenido. Este es un claro caso. Porque el término que se usa en griego puede tener tres precisas acepciones que Barclay ha tratado de reunir en su paráfrasis. En primer lugar, manso, en el griego, no tiene la connotación de s...

EL SERMÓN DEL MONTE 4/ FELICES LOS QUE LLORAN/ MATEO 5

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Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. (Mateo 5:4) En su citado comentario a las bienaventuranzas, William Barclay  hace esta paráfrasis contemporánea de las palabras de Jesús: ¡Qué feliz es el hombre cuyo corazón sufre pro el sufrimiento del mundo y por su propio pecado, porque es a partir de este sufrimiento que encontrará el gozo de Dios! Tiene todo el sentido su paráfrasis y vale la pena explicarla. La palabra griega que se ha traducido por llorar es la más fuerte que existe en ese idioma para expresar el dolor. Sería el dolor que alguien sufre por la pérdida de un ser muy querido; un dolor que no se puede disimular y que inunda los ojos de lágrimas incontroladas. Hay dos posibles causas que nos podrían llevar a experimentar ese tipo de dolor; ambas no son excluyentes entre sí. La primera vendría dada por nuestra visión del mundo roto y necesitado que el pecado ha generado. Al comprobar el terrorismo, la explotación económic...