PENA (SALMO 119)
Me estoy consumiendo de pena, confórtame según tu promesa. (Salmo 119:28) La pena es un sentimiento grande de tristeza que inunda el corazón. La pena abate y nos sume en un estado de desesperanza. La versión TLA lo describe de una forma muy potente cuando afirma: "estoy muy decaído y el dolor me está matando". La pena es un sentimiento normal en la vida de cualquier persona, sea o no creyente. Es una respuesta ante una situación real o posible, presente o futura. Lo anormal sería no sentir pena delante de ciertas cosas que la vida nos trae. Sentir pena no es una falta de fe ni de confianza en el Señor; es una respuesta normal ante la vida y sus realidades. El punto clave es qué podemos hacer con ella. La pena, si no es tratada y gestionada nos puede hacer muchísimo daño y llevarnos a un punto de paralización, anulando nuestra capacidad de lidiar con la vida. El propio salmista nos da pistas al respecto. En ese mismo fragmento del salmo indica en un par de ocasiones que le